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Perro juguetón
Era la hora de la siesta, cuando los dos rateritos se bajaron por la medianera al patio de la casa.
Sabían que los dueños no estaban, por haber vigilado la casa un largo tiempo.
Pero en el patio había una sorpresa un magnífico ejemplar de
Labrador . Cosa por demás rara, no les ladró, sino que por el contrario les
movió la cola amigablemente y además les trajo una pelota para que se la
tiraran. Uno de los ladronzuelos la tomó y se la tiró por encima de la pared.
Entonces, el perro dio un gemido de desilusión y se metió a
una de las habitaciones. Los muchachos aprovecharon la ocasión y se dedicaron a
buscar objetos de valor o dinero en todas las habitaciones.
Al rato, apareció de nuevo el cachorro, estaba vez con algo
negro en el hocico. Pero, esta vez, no se los dejó. Corría de un lado para otro
hasta que cuando le quisieron sacar lo que llevaba en la boca, empezó a
gruñirles enojado.
Los ladrones, con el
botín que habían conseguido decidieron dejarlo tranquilo y escaparse por donde
habían entrado. Uno de ellos saltó la tapia
para indicarle al otro que le tirara un bolso que encontraron para meter
los objetos robados. Pero, resultó que no le decía nada.
Fue en ese instante que el perro empezó a ladrar de nuevo y
se escuchó el ruido de la puerta de calle al abrirse. El ladrón que se había
quedado del lado de adentro, presuroso se subió a la pared para huir y.. del
otro lado lo esperaban unos policías que habían atrapado a su compañero .
Ya instalados en el patrullero rumbo a la comisaría, uno de los agentes le comentaba al otro
_ Es un caso raro, al dueño de casa le avisó un pariente,que
sabía donde estaba, a un teléfono fijo,
que había recibido un llamado desde su celular, pero que al contestar se
oían ruidos y una respiración fuerte. El dueño de casa se había olvidado el
celular en la casa. Así que nos llamó para que fuéramos a averiguar y él se
estacionó cerca. Vaya a saber como el
celular entró a funcionar.
El patrullero partió y todo pareció volver a la normalidad.
En la casa, sobre una de las camas había un celular impregnado de baba de
perro, en el visor había el número de
memoria de algún contacto registrado
Héctor Gallardo